sábado, 27 de noviembre de 2010

Sigue el Desconocimiento de la ley por parte del Ministerio de Tránsito

El director de Tránsito y Transporte del Ministerio, Jorge Carrillo, asegura que la velocidad máxima permitida es la que aparece en las señales actuales, desconociendo que aún los concesionarios de las vías no han procedido a lo ordenado en la resolución 1384 que obliga a señalizar las vías con los nuevos límites.

Carrillo se niega a cumplir la resolución 1384 para indicar que "conforme lo ordenado por la Ley 1239 de 2008, las velocidades máximas que se podrán establecer y señalizar en las carreteras nacionales, departamentales, distritales y municipales serán de 120 kph para vías en doble calzada, y de 90 kph para vías en calzada sencilla", solamente para vehículos particulares.

El funcionario no es operante no hay ninguna vía señalizada como corresponde con la ley, el Instituto Nacional de Concesiones (Inco) incumplió el plazo que le fijó el Ministerio y no hay ninguna sanción o medida al respecto.

Lo cierto del caso es que mientras en el Ministerio busca confundir jurídicamente para no aplicar la ley que es muy clara sobre el tema de los límites de velocidad desafiando la ley y el sector judicial colombiano.


Con la resolución 1384 del Ministerio de Transporte se fijaron plazos de seis meses para las vías concesionadas plazos vencidos el 20 de octubre y no hay sanciones , multas o destituciones.

El Ministerio, aunque emite resoluciones los consecionarios de vías las incumplen descaradamente y el ministerio lo permite y fomenta contratando estudios encaminados a confundir y sustentar su oposición a la ley, no su cumplimiento. Estudios que igualmente son malversación de fondos públicos.
En el Instituto Nacional de Vías (Invías) se están apropiando los recursos para adjudicar el estudio de velocidades. Se definió que el estudio iniciaría por la doble calzada Cali-Buga y esta doble calzada se tomaría como un piloto, permitiéndonos con ello la instalación de todas las señales de tránsito que arroje el estudio de ésta y no lo que dictamina la ley la Ley 1239 de 2008. Es decir lo que le interesa al ministerio es su propia opinión, no el cumplimiento de la ley.

sábado, 20 de noviembre de 2010

MULTAS POR VELOCIDAD SON ILEGALES

El plazo para la señalización y demarcación de las vías concesionadas se venció el pasado 20 de octubre y a la fecha no se ha puesto una sola señal ni sancion por desacato a la ley.
En una decisión sin precedentes, el Tribunal Superior de Bogotá, dejó sin efectos las sanciones impuestas a una conductora de un vehículo particular por supuestamente violar los límites de velocidad.
http://4.bp.blogspot.com/_x3jciPH0EmU/SfYReaACdEI/AAAAAAAAAA0/tZ4pWIo57y8/S660/NO+MULTAS.gifEl Tribunal, al fallar en favor de la señora Libia Mery Rodríguez una acción de tutela que interpuso contra el Ministerio de Transporte y la Secretaría de Transporte y Movilidad de Cundinamarca, sede operativa de La Calera, no solo dejó sin piso esas sanciones, sino que le hizo un fuerte llamado de atención al Ministerio por hacerle el quite a una Ley que está vigente hace más de dos años, y porque se está pasando por la faja lo aprobado sin una razón válida, pues las multas que se han venido imponiendo están sustentadas en un artículo de la Ley 769 de 2002 (Código Nacional de Tránsito CNT), que dejó de existir al entrar a regir la Ley 1239 de 2008.
Al tutelar el derecho fundamental al debido proceso, el Tribunal acogió la petición de la accionante, a quien le fue impuesto un comparendo por transitar a 95 kilómetros por hora en un tramo de la vía Bogotá-Tunja.
Y le ordenó el pasado 7 de octubre al Ministerio y a la Secretaría de Transporte y Movilidad de Cundinamarca, "que dentro de un término de 48 horas contadas a partir de la presente decisión, deje sin valor y efecto la sanción impuesta".
Desde que entró a regir la ley 1239, el 25 de julio de 2008 y hasta el pasado 7 de octubre, en el país han sido sancionados más de 240 mil conductores por la misma causal.
Y aunque, según explicaron expertos a Vehículos, el efecto de la decisión que tomó el Tribunal solamente beneficia a la persona que interpuso la tutela, éste podría ser el camino para que otros afectados se beneficien de la decisión, si la Corte Constitucional unifica su jurisprudencia mediante la selección de este caso y otros que existan.

Están imponiendo  multas con base en una ley que no está vigente. 



En su fallo, la Sala penal del Tribunal Superior de Bogotá, ratificó que la Ley 1239 que permitió aumentar los límites de velocidad está vigente. "La vigencia de las normas en principio se entiende desde el momento de su promulgación en el Diario Oficial, que para el caso en concreto de la ley 1239  ocurrió el 25 de julio de 2008 en el Diario Oficial No. 47061, sin que prevea excepción alguna a su entrada en vigencia, como pretende hacer ver la entidad accionada", en este caso el Ministerio de Transporte.

La velocidad máxima permitida es 120 kph

La Ley 1239 de 2008 modificó el artículo 107 de la ley 769,  el tribunal Superior de Bogotá señaló que, "contundente resulta que la velocidad máxima permitida en carreteras nacionales y departamentales no es otra que la de 120 kilómetros por hora, y no la inconsecuente idea del límite de 80 kph que establecía la norma modificada y por lo tanto no existente en la vida jurídica de la Nación".
Y agrega: "El hecho de que las autoridades pertinentes -Ministerio de Transporte o Gobernaciones- no hayan dado cumplimiento, a esta fecha, a su deber constitucional y legal de reglamentar el tema de los límites de velocidad, como lo ordena el artículo 2 de la ley 1239, no es razón suficiente para justificar la vigencia ultra-activa de la ley derogada su omisión ni para que la autoridad policiva asuma llenar el vacío y reviva normas a su arbitrio, facultad que no poseen, y no podrán poseer en estricto cumplimiento de los postulados de un estado Social Democrático de derecho, como el nuestro".
Más de 200 mil sancionados
La Ley 1239 fue aprobada por el Congreso y sancionada por el presidente Álvaro Uribe en julio de 2008 y permitió aumentar la velocidad máxima permitida en carreteras nacionales de 80 a 120 kilómetros por hora.
Los vehículos de servicio público de transporte de carga y  pasajeros, así como los escolares no podrán transitar a más de 80 kph por esas vías.
 Pese a lo ordenado por la nueva ley, las autoridades de tránsito se negaron a cumplirla, argumentado que no estaba reglamentada.
Por esta razón más de 200 mil conductores  han sido multados en el país desde el 25 de julio de 2008 hasta hoy.
El 2 de abril del 2009 el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en un fallo de segunda y última instancia le fijó al Ministerio de Transporte un plazo de cinco meses para señalizar los nuevos límites de velocidad en el país.
El plazo se venció y nada ni sanciones ni responsables.

Y el Ministerio de Transporte expidió la resolución 1384 sigue insistiendo en violar la ley ordenando estudios que"justifiquen" su oposición al Instituto Nacional de Concesiones (Inco)  y al Instituto Nacional de Vías (Invías),  en un plazo de seis meses para las vías en concesión y de un año para las carreteras a cargo del Invías.Asi contribuyen al desastre vial del pais, ahora jurídico.



Pese al incumplimiento por parte del Estado, hoy se sigue multando a los conductores con base en un artículo que ya no existe en el Código de Tránsito. 50.705 Comparendos "ilegales" se han impuesto por 'exceder límites de velocidad' en Bogotá desde el 16 de julio de 2008 hasta el 7 de octubre de 2010. 187.906 Comparendos "ilegales" se han impuesto en vías nacionales entre el 16 de julio de 2008 y el 7 de octubre de 2010. Pais de mierda este.

Si usted tiene una multa por velocidad POR FAVOR dejenos su email para configurar un grupo de demandantes e integrarlo a la demanda: acción popular y usted recupere el dinero y aun nos paguen por perjuicios
Unamonos en el grupo de facebook:
https://www.facebook.com/groups/noabusostransito/
para evitar que nos sigan metiendo la mano la policia de transito y hagan lo que les de la gana

Solo el email, lo puede enviar a 1cavillegas@gmail.com

martes, 9 de noviembre de 2010

Los pobres vergonzantes de Teusaquillo

Crónica Bogotá

"Lo pensé tres veces antes de venir al comedor. De la casa hasta acá son apenas unas cuadras, pero no me sentía capaz de recorrerlas: yo, que todo lo tuve, que tanto conocí, ahora ando en estas, viviendo de la caridad del Gobierno", me dice, sin dejar de mirar fijamente con sus intensos ojos azules, Santiago Artunduaga, un contador y administrador de empresas, que me permitió sentarme a su lado mientras almorzaba.

El ajiaco ya se enfría, pero sabe bien. Creí que me encontraría con un mazacote capaz de hacerme llorar o con uno de esos pollos rojos de 10 presas que se consiguen en 4 mil pesos con papa y arepa. Pero no, el seco es arroz, pollo guisado, coliflor y papa. El postre es de mora con queso y la sobremesa, jugo de piña, mucho mejor que un corrientazo con huevo adicional. Las tres señoras de la cocina del comedor comunitario de Teusaquillo son efusivas y procuran su mejor servicio: no se sienten haciendo un favor.

Pienso en lo duro: si uno se colorea cuando le pide plata prestada a un hermano, ¿cómo será pedir regalada la comida en la esquina de su propio barrio? "Muy teso", como dice Santiago.

El barrio de Laureano
Mi memoria no me deja olvidar que estoy en el barrio de Laureano Gómez, en el Teusaquillo que fue la zona de moda en los años 30.
Recuerdo la novela Una noche de fiesta en una antigua casa de familia y reconozco que debe ser chocante haberse criado en una de esas casonas y volver muchos años después para encontrarla convertida en un prostíbulo, como le ocurrió al protagonista.

María Lucero, de unos 50 años y quien me advierte que "nada de fotos", vive en una de estas casas, sin pensión y sin dinero para los servicios, luego de haber vivido cómodamente. Ahora, va al comedor de caridad, a unirse a los otros 140 comensales, pero imprimiéndole a su gesto un sello de mínima dignidad: llevar sus propios cubiertos.

Amparo Nicholls es más escueta. Rubia, como su madre, reconoce que le encanta vivir bien y que el comedor le gusta porque va "gente bien". Hace tres años que, declarada en quiebra y sin poder vender su apartamento por un lío catastral, acude a diario a que le regalen el almuerzo. Pero, no le es fácil. "Es muy cruel vivir así", afirma, y, mientras acaricia su pelo, dice que el "error" fue no haberse pensionado.

En el comedor es famosa porque tiene el apartamento más lindo en una zona de estrato alto. Tiene cuadros y espejos y mesas antiguas. Quizás nada de eso tenga en verdad algún valor, salvo para el recuerdo.

La señora Nicholls me cuenta que ha podido conocer en ese lugar a gente muy buena: arquitectos, periodistas, incluso una modelo de los años 70, que hizo comerciales para aceite Johnsons, con quienes entabló una discreta cercanía, basada en la complicidad de no tener para el almuerzo.

Explica que entre algunos de los pobres vergonzantes se prestan la ropa o intercambian maquillaje, se dan ánimo y fortaleza, como lo hacían los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, mientras sus casas eran bombardeadas. Fueron los primeros pobres ocultos reconocidos por nuestra cultura en el siglo XX.

No todos estos desposeídos son tan valientes como para levantarse una mañana y decidir que vivirán de la caridad del Gobierno. Pero, alguien tiene que dar ejemplo, como me lo confiesa el alcalde local, Juan Carlos Almonacid, arquitecto javeriano de 48 años. "Yo pasé por esas. Duré 3 años sin empleo, sin tener para los servicios: comencé a remontar los zapatos y pasé de almorzar en Andrés Carne de Res a comer en Sanduchón", relata, sin rubores.

Allí, le surgió la idea de trabajar el tema y descubrió que sólo en Teusaquillo hay 25 mil personas en 'pobreza silenciosa' u 'oculta'.

Que no se note la pobreza
El drama es tan viejo, que en siglo XIX, entre los vergonzantes, hizo carrera la frase: comer boñiga, pero eructar pollo. Por eso hay otro sector que, con residuos de dignidad, prefiere acudir a los bonos, en vez de ir al comedor.

Doña Elvira de Ariza, esposa de un reconocido odontólogo septuagenario que tuvo que entregar su consultorio, es uno de los 150 adultos mayores que los usan. Aunque no falta quien les dé una mano, no les alcanza para el mercado. Los bonos de 110 mil pesos pueden convertirse en legumbres o carnes, no en licor ni cigarrillos. Ella va un par de veces al mes al supermercado; si sólo fuera una vez le quedaría muy pesado ya que hace la vuelta a pie.

En su casa de la 57 con 16, a simple vista una buena casa, en un sitio que gozó de mejor fortuna, me abre la puerta y me invita a seguir. En el comedor, comparte el plato con Marina, una psicóloga que trabajó en bancos y en la Empresa de Acueducto, pero tampoco obtuvo pensión.

Se sientan en la sala y me cuentan. "Nada de lo que ve aquí es reflejo de lo que es -dice doña Elvira-. Reconozco que soy una vergonzante. No me alcanza para comer".

Se entrevé que la casa pudo haber sido lujosa. En el cuarto donde reposa la vieja unidad odontológica de su marido hay cosas por el suelo, corroídas, abandonadas. Hasta la vieja nevera es un estorbo. Se encartaría quien la recibiera como regalo. Todo es viejo, inservible, inútil. No obstante, nadie lo imaginaría al pasar por la calle y ver esa puerta roja y esas ventanas de cierta elegancia.

"Esta es la decadencia, Dios nos guarde, esa de la que tanto se habla y se comenta: ahí está", me digo, en un destello.

Doña Elvira, dicharachera, alegre, me ofrece un jugo de tomate de árbol y galletas de soda. Marina, en cambio, observa, desde la gala de su traje blanco y negro de cuadros y su collar de oropel. Se nota que se ha peinado y maquillado para la ocasión. "Es muy difícil llegar a tener y luego a no tener -dice-, porque cuando uno no ha tenido no hay problema: ¿qué va a extrañar?".

Matronas de Tunja y Manizales me recuerdan que los pobres ocultos no son nada nuevo. Gloria, una reconocida dama de la sociedad caldense, recuerda que, con la crisis del café de finales de los 90, muchos hacendados que vendieron sus fincas al mejor postor pasaron por las mismas y quedaron en la ruina de la noche a la mañana. Entonces, se apostaban a la salida de la inmensa catedral de Manizales, para echar ojo, en busca de un amigo que los invitara al almuerzo, con la comprensión propia de su "clase" y dignidad.

Cuando el problema se hizo evidente, se crearon programas especiales para personas "divinamente" venidas a menos.

En Tunja, la situación de los vergonzantes fue asumida en los años 50 por la Acción Católica. Voluntarias de esa organización se encargaban de detectar a ilustres empobrecidos que pasaban hambre y se lo hacían saber a las monjas. Con prudencia y mucho respeto organizaban los mercados y se los llevaban a sus casas.
Muchas de estas sociedades de ayuda se inspiraron en similares de España, que ayudan especialmente a personas que para muchos son un estorbo. Una de ellas lleva el rimbombante nombre de Fundación Marquesa de Balboa Ancianos Solitarios Venidos a Menos.

'Halloween' sin máscaras
Ahora, doña Marina me cuenta que muchos casos de los pobres ocultos se conocen a través de la Legión de María. "Allí, supe lo de los bonos. No tenía para comer y veo por mi sobrina y sus tres hijos. Lo primero que hice fue sacarlos de colegios privados y los matriculé en uno del Distrito, donde la educación es gratuita y muy buena", me dice sin fingida gratitud.

Confiesa que, al principio, cuando le preguntaban por su situación respondía: "Bien, todo bien". Pero, pronto aceptó que, aún siendo psicóloga en retiro, dedicada ahora a pintar en seda, la plata no le alcanza. Por eso, además del bono distrital, se inscribió en el Sisbén para poder ser atendida en el Hospital de Chapinero.

Lo mejor, en el comedor comunitario de Teusaquillo, que yo creía un triste rancho militar, fue la fiesta de halloween, que no pasó inadvertida (todavía flameaban serpentinas multicolores y uno que otro globo adornaba la pared). "¿Sabe qué fue lo curioso de esa celebración?", me dice Geania Rojas de Armas, una guajira atenta y servicial que procura el orden y la tranquilidad en el lugar. "Que todos estaban contentos y todos eran iguales. Fue una fiesta de halloween alegre, pero sin máscaras. Ya nadie las necesitaba".

Le pregunto a Amonacid: "Si estos son los pobres de ahora, ¿qué pasó con los pobres pobres?". Me mira preocupado. Me estremece su sentencia: "Esos pobres ahora son miserables".

domingo, 7 de noviembre de 2010

ACRIBILLAN A ESPOSA DE NARCO EXTRADITADO EN CENTRO DE ESTETICA AL NORTE DE BOGOTA

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El 4 de noviembre 2010 se registró un acto se sicariato en la calle 151 con carrera 17, norte de Bogotá, donde hombres armados le quitaron la vida a Lina María Ricardo Castillo, de 30 años, esposa de Cristian Fernando Borda Gómez, extraditado por el delito de narcotráfico a los Estados Unidos.

Según las autoridades, Borda Gómez manejaba diversas organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes y lavado de activos, en Colombia y lugares como, Ecuador, Panamá y parte de Europa, donde compraba embarcaciones para tener más seguridad y control en sus envíos coordinados por la banda de ‘Los Mellizos’.

Lina María Ricardo Castillo era oriunda de Ocaña, Norte de Santander.

CONDUCTOR DEL GOBERNADOR DE ANTIOQUIA MATA A SU HIJO

La barrera que trató de formar Mateo Zapata Agudelo con sus manos fue insuficiente para defenderse de las puñaladas de su padre Orlando Zapata, entonces conductor del despacho del Gobernador de Antioquia. Y el argumento de que no recordaba lo sucedido porque estaba borracho no sirvió para que el homicida se librara de la pena.

Este viernes, el Juzgado 12 penal de Medellín lo condenó a 33 años de prisión por encontrarlo culpable de homicidio. Los hechos ocurrieron el 13 de febrero del 2010  cuando el homicida llegó, según dijo en audiencia su esposa Claudia Agudelo, "tragueadito, no borracho".
Luego de una discusión intervino Mateo, de 19 años, quien era aspirante a policía. Según Claudia, su hijo le pidió que se fueran de la casa y dejaran solo a su padre. Aquel, enfurecido, tomó de la cocina un cuchillo grande de acero y se fue contra su hijo gritando: "te voy a matar".
La primera herida fue en las manos y la segunda en la espalda, perforándole un pulmón y comprometiendo el sistema circulatorio y digestivo. Aunque el joven llegó vivo a la Clínica Las Américas y fue intervenido quirúrgicamente, murió al día siguiente.
La explicación que dio Orlando ante sus compañeros para ausentarse esa jornada de trabajo fue que su hijo se había accidentado en la moto y estaba muy mal. Luego en el edificio administrativo se supo toda la verdad.
No era la primera vez que en la casa de los Zapata Agudelo se presentaban hechos violentos. Ya Mateo había intervenido para defender a su madre en ocasiones anteriores. Contra Orlando, un hombre de "temperamento explosivo y acelerado", según Claudia, había cinco denuncias por violencia intrafamiliar.
En su defensa, el acusado alegó que por el estado de alicoramiento había tenido un "momento de alucinación" y que se dio cuenta de lo ocurrido cuando despertó en el calabozo.
Con ese argumento de estado de delirio por intoxicación alcohólica, Sebastián Camilo Rodríguez, un joven de 21 años, fue exonerado el mes pasado por el asesinato de su padre y las heridas a su madre, también a cuchillo.
Sin embargo, Orlando se contradijo al declarar que lo había hecho "cuando se metió en una discusión con la mamá", lo que hizo dudar al juez de que existiera una laguna en su mente por el consumo de alcohol.
Zapata gozó hasta el viernes de detención domiciliaria y fue trasladado por personal del Inpec a la cárcel de Bellavista. Su abogado anunció que apelará el fallo.