domingo, 7 de noviembre de 2010

CONDUCTOR DEL GOBERNADOR DE ANTIOQUIA MATA A SU HIJO

La barrera que trató de formar Mateo Zapata Agudelo con sus manos fue insuficiente para defenderse de las puñaladas de su padre Orlando Zapata, entonces conductor del despacho del Gobernador de Antioquia. Y el argumento de que no recordaba lo sucedido porque estaba borracho no sirvió para que el homicida se librara de la pena.

Este viernes, el Juzgado 12 penal de Medellín lo condenó a 33 años de prisión por encontrarlo culpable de homicidio. Los hechos ocurrieron el 13 de febrero del 2010  cuando el homicida llegó, según dijo en audiencia su esposa Claudia Agudelo, "tragueadito, no borracho".
Luego de una discusión intervino Mateo, de 19 años, quien era aspirante a policía. Según Claudia, su hijo le pidió que se fueran de la casa y dejaran solo a su padre. Aquel, enfurecido, tomó de la cocina un cuchillo grande de acero y se fue contra su hijo gritando: "te voy a matar".
La primera herida fue en las manos y la segunda en la espalda, perforándole un pulmón y comprometiendo el sistema circulatorio y digestivo. Aunque el joven llegó vivo a la Clínica Las Américas y fue intervenido quirúrgicamente, murió al día siguiente.
La explicación que dio Orlando ante sus compañeros para ausentarse esa jornada de trabajo fue que su hijo se había accidentado en la moto y estaba muy mal. Luego en el edificio administrativo se supo toda la verdad.
No era la primera vez que en la casa de los Zapata Agudelo se presentaban hechos violentos. Ya Mateo había intervenido para defender a su madre en ocasiones anteriores. Contra Orlando, un hombre de "temperamento explosivo y acelerado", según Claudia, había cinco denuncias por violencia intrafamiliar.
En su defensa, el acusado alegó que por el estado de alicoramiento había tenido un "momento de alucinación" y que se dio cuenta de lo ocurrido cuando despertó en el calabozo.
Con ese argumento de estado de delirio por intoxicación alcohólica, Sebastián Camilo Rodríguez, un joven de 21 años, fue exonerado el mes pasado por el asesinato de su padre y las heridas a su madre, también a cuchillo.
Sin embargo, Orlando se contradijo al declarar que lo había hecho "cuando se metió en una discusión con la mamá", lo que hizo dudar al juez de que existiera una laguna en su mente por el consumo de alcohol.
Zapata gozó hasta el viernes de detención domiciliaria y fue trasladado por personal del Inpec a la cárcel de Bellavista. Su abogado anunció que apelará el fallo.

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