viernes, 13 de mayo de 2011

ladrones de cuello blanco y bata SALUDCOOP

Quince funcionarios de la Superintendencia de Salud ingresaron el 12 de mayo del 2011 a las oficinas de la poderosa EPS Saludcoop a tomar posesión oficial de su administración.

 Carlos Palacino "Estaba transpirando, lucía nervioso y el operativo lo tomó por sorpresa", asegura uno de los funcionarios que acompañó a la secretaria general (e.) de la Superintendencia, Ana Patricia López, quien esperó a Palacino durante una hora y luego le entregó 'las llaves' de la EPS al interventor Édgar Pabón.La decisión de intervenirla se tomó el 6 de mayo, cuando la Súper se quedó esperando a que Saludcoop respondiera por los graves hallazgos que hizo un equipo de investigadores, tras una visita de inspección que arrancó el 11 de marzo pasado.

Pero desde el 2004, ELTIEMPO.COM denunció el presunto desvío de $ 195.000 millones de parte de la EPS y la evasión en el pago de impuestos, sin que las autoridades tomaran decisiones de fondo.
Esta vez, sin embargo, la Súper documentó un riesgoso rezago en el pago a las empresas que les prestan el servicio médico a los 3 millones 900 mil afiliados a Saludcoop, que representan el 30 por ciento de sistema de salud del país.

La deuda real es superior a los $ 360.000 millones. Pero Saludcoop la habría maquillado diciendo que ya estaban pagos más de $ 109.000 millones. Sin embargo, quedó al descubierto que ese monto correspondía a 8.013 cheques que nunca se hicieron efectivos.

Y, para justificar el ingreso de recursos frescos, la EPS introdujo en sus activos la supuesta deuda que el Estado tiene con ella por concepto de recobros (medicamentos y tratamientos médicos no contemplados en el Plan Obligatorio de Salud): $ 484.000 millones, investigados por la Fiscalía, por presentar falsedades.

Saludcoop le aseguró a la Súper que acababa de abrir una sucursal en México, a la que le había inyectado 18.976 millones de pesos. Pero sólo se encontraron soportes por 3.337 millones de pesos.
El mismo modus operandi -inflar inversiones- se repite en más de diez casos. Otro de ellos es el de la empresa Epsifarma, que presenta un saldo, a diciembre del 2008, de 3.401 millones de pesos. Sin explicación alguna, entre el 2009 y el 2010, esa empresa presentó una disminución de capital de más del 80 por ciento.

En total, el desfase a explicar en los activos es de más de 47 mil millones de pesos.

Otra irregularidad, según fuentes de Casa de Nariño, tiene que ver con la apertura de varios fideicomisos -por un valor superior a los 14.000 millones de pesos- en los que no precisa ni la procedencia de los recursos ni el objeto de la inversión.
La mayor inversión la hizo con la firma Proyectar Valores S. A., la cual superó los 7.000 millones de pesos; y una adicional aparece con el nombre 'Inversión en la DIAN'. Suma más de 78.000 millones de pesos y nadie ha explicado cuál era su destinación.

El supuesto desvío de 608 mil millones que debían ir a la atención de pacientes y que terminaron en edificios.
la Contraloría le pidió el jueves a la Supersociedades que evalúe la declaratoria de situación de control del grupo e investigue su real conformación, pues aparecieron nuevas sociedades. Y aunque Palacino se limitó a culpar de su crisis a las deudas estatales, para hoy se espera la reacción de sus abogados.

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